Sin embargo, en España lo que comenzó como una muestra de catalanidad por parte del Barcelona de Laporta en el año 2006 se ha terminado extendiendo a la casi totalidad de los equipos de Primera. El fenómeno es propiedad en exclusiva de la Liga española, ya que en el resto del continente se pueden contar con los dedos de una mano los clubes que portan banderas representativas de su país o región.