En primer lugar, porque el color crema sería caro de conseguir en aquella época y lo más normal es que los jugadores sólo pudieran permitirse comprar camisetas blancas que, además, eran las que lucía en Corinthian FC inglés. Después de una Asamblea General Ordinaria en la que los asistentes no tuvieron ninguna duda a pesar de las complejas exposiciones previas a las distintas votaciones, todas estas fueron aprobadas por unanimidad y tampoco hubo ruegos ni preguntas, el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, pasó la pelota a su secretario general, Andreu Camps, y su asesor externo, Tomás González Cueto.